Hay pocas cosas que me gustaran más cuando era pequeña que ir de dominguera con toda la familia numerosa incluídos tíos y primos. Si el día estaba bueno, nos íbamos a las playas del sur con la nevera cargada de fruta, bocadillos y refrescos. Cuando bajaba la marea, iba a buscar cangrejos a las rocas con la esperanza de que me dejaran adoptar a alguno. Me daba pena tener que devolverlos al mar a la vuelta a casa, como si yo pudiera ofrecerles algo mejor que estar en su propio hábitat. En invierno, sabía más ir al campo y hacer barbacoas. Después nos tumbábamos sobre la hierba a dormir la siesta. Yo tenía una hamaca como de macramé, parecida a una red, que mi padre colgaba de dos árboles y descansaba a la sombra, oyendo a los pájaros entre pinares. Con suerte, mientras le cambiaba el vestido a mis muñecas, también veíamos algún cernícalo.
Esta diadema de ganchillo, me inspira todas esas cosas estupendas, las meriendas sobre el mantel de cuadros sobre el suelo, la comida casera, el olor a las brasas, el calor y el frío y muchos juegos que contínuan generación tras generación en la memoria de las familias como la mía.
¡Espero que tengan un buen domingo todos!
ADQUIRIDA
Esta diadema de ganchillo, me inspira todas esas cosas estupendas, las meriendas sobre el mantel de cuadros sobre el suelo, la comida casera, el olor a las brasas, el calor y el frío y muchos juegos que contínuan generación tras generación en la memoria de las familias como la mía.
¡Espero que tengan un buen domingo todos!
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Qué diadema más chula...Por lo que leo te lo pasabas estupendamente, como una pequeña Tom Sawyer ;)
ResponderEliminarBesos de Desdibujando
DIVINA INSPIRACIÓN, LA VERDAD ES QUE ES LINDÍSIMA Y NOSTÁLGICA :)
ResponderEliminarMe apunto a tu picnic, que buena pinta tiene.Besos Nadia.
ResponderEliminarSí, Cris porque además iba descalza ;)
ResponderEliminar¡gracias Bertha y Sara! Besos a todas
Hermosa diadema y tambien esos recuerdos que por un momento me han hecho retroceder en el tiempo, aunque hoy hay familias que lo hacen es una pena que muchas pasen de ello, son cosas que nunca se olvidan, bstos Nadia
ResponderEliminarQué historia más preciosa... Nos ha recordado las que nosotros también hemos vivido en nuestra infancia... Esas ocasiones en las que te juntabas tropecientos mil primos y tíos y todos de merienda... Al río, a la playa, al monte... donde correspondiera... :-))
ResponderEliminarUn bonito homenaje y una más que preciosa inspiración...
Sergio y Cristina&Mageritdoll